Cuando hablamos de ciberseguridad, solemos imaginar ataques muy exagerados y evidentes: virus que bloquean el ordenador, correos maliciosos que piden rescates o páginas falsas que intentan robarte las contraseñas. Sin embargo, hay otro tipo de amenazas mucho más silenciosas, pero igual de peligrosas: los ataques pasivos en ciberseguridad.

Estos ataques se cuelan, observan y esperan. Y precisamente por eso son tan complejos de detectar. En este artículo vamos a desentrañar qué son, cómo funcionan y, lo más importante, qué puedes hacer para protegerte, tanto si eres una empresa como si navegas como usuario particular.

 

¿Qué es un ataque pasivo en ciberseguridad?

Un ataque pasivo en ciberseguridad es aquel en el que el atacante no interfiere directamente en el funcionamiento del sistema, sino que se limita a espiar, recopilar información o vigilar el tráfico de red sin ser detectado. A diferencia de los ataques activos, que buscan modificar, dañar o controlar un sistema, los pasivos actúan como observadores invisibles.

Algunos ejemplos típicos de este tipo de amenaza incluyen:

  • Captura de paquetes (packet sniffing) en redes públicas o poco protegidas.
  • Tracking pasivo para obtener datos de navegación, hábitos o dispositivos sin el consentimiento del usuario.
  • Monitorización de comunicaciones cifradas, esperando vulnerabilidades para explotarlas en el futuro.

Este tipo de ataques pueden parecer menos agresivos, pero la información que recopilan puede usarse más adelante para ataques dirigidos, chantajes o suplantaciones. Además, muchos ciberdelincuentes emplean estos datos como “materia prima” para vender en la dark web.

 

¿Por qué son tan peligrosos los ataques pasivos?

El principal problema con los ataques pasivos de ciberseguridad es que pasan desapercibidos durante largos periodos de tiempo. No generan alertas evidentes y, en muchos casos, la víctima ni siquiera sabrá que ha sido espiada.

Esto permite que el atacante:

  • Recoja información detallada de sus objetivos (direcciones IP, hábitos de navegación, credenciales, etc.).
  • Espere el mejor momento para actuar (por ejemplo, para lanzar un ataque activo posterior).
  • Diseñe campañas de ingeniería social muy personalizadas y efectivas.

Es decir, el ataque pasivo es el primer paso silencioso antes de un golpe más fuerte.

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Soluciones de cibervigilancia

Ciberseguridad pasiva: ¿una contradicción?

El término ciberseguridad pasiva puede llevar a confusión. A veces se utiliza para hablar de medidas que no actúan directamente sobre una amenaza, sino que se limitan a observar o registrar. Sin embargo, cuando hablamos de tracking pasivo en ciberseguridad, nos referimos al seguimiento que un actor malicioso realiza sin intervenir directamente en los sistemas.

No debemos confundir la vigilancia legítima con el espionaje malintencionado. Hoy en día muchas plataformas monitorizan el comportamiento del usuario para ofrecerle servicios personalizados. Pero cuando esta monitorización se realiza sin consentimiento, con fines opacos o por actores externos, pasamos de lo legítimo a lo peligroso.

 

ataque pasivo en ciberseguridad

 

Cómo detectar un ataque pasivo: Principales señales

Detectar un ataque pasivo puede ser complicado, pero no es imposible. Hay algunas señales que pueden ayudarte a identificar que algo no va bien:

1. Actividad inusual en tus redes o dispositivos

Si notas un uso extraño del ancho de banda, conexiones sospechosas o tráfico cifrado inesperado, puede ser una señal de que alguien está escuchando.

2. Demasiadas coincidencias

Si comienzas a recibir campañas de phishing muy personalizadas, mensajes con detalles que solo deberían conocer fuentes legítimas o ataques dirigidos, puede que antes alguien haya estado recopilando información sin que te dieras cuenta.

3. Alertas de herramientas de ciberseguridad

Los buenos sistemas de seguridad no solo actúan frente a ataques activos. Algunos sistemas avanzados de gestión de amenazas, como los que ofrecemos desde Enthec, permiten identificar patrones sospechosos incluso en entornos silenciosos.

 

¿Cómo protegerse? La importancia de la cibervigilancia continua

En un mundo donde las amenazas no siempre hacen ruido, la prevención se convierte en tu mejor aliado. Y aquí es donde aparece un concepto clave: la Gestión Continua de la Exposición a Amenazas (CTEM).

Este enfoque no se basa únicamente en responder a los ataques cuando ocurren, sino en vigilar de forma constante qué información se está exponiendo sin que lo sepas. Porque aunque tú no lo veas, otros sí pueden estar viendo tus datos.

Qondar, tu escudo silencioso contra las amenazas invisibles

Qondar, una de nuestras soluciones de cibervigilancia, está pensada para usuarios particulares que quieren saber qué datos suyos aparecen y circulan por internet. ¿Está tu correo filtrado en foros de la dark web? ¿Se ha compartido alguna contraseña tuya sin que te hayas enterado? ¿Alguien está suplantando tu identidad digital?

Qondar responde a estas preguntas con informes periódicos, alertas personalizadas y un sistema de monitorización constante que te permite dormir más tranquilo sabiendo que alguien vigila por ti.

Una de las ventajas más interesantes es que Qondar no necesita acceder a tus dispositivos ni a tus claves. Trabaja desde fuera, observando la red como lo haría un atacante pasivo… pero en tu favor.

¿Y si ya me han espiado?

En caso de que sospeches que has sido víctima de un ataque pasivo, lo primero es reforzar tus contraseñas, habilitar dobles factores de autenticación y, sobre todo, auditar tu presencia digital.

Servicios como Qondar te permiten hacer justo eso: ver qué huellas digitales tuyas están expuestas y cuáles pueden estar aprovechando otros. Actuar rápido es esencial. Cuanto antes identifiques una filtración o una vulnerabilidad, menos posibilidades habrá de que se convierta en un ataque activo.

El hecho de que un ataque pasivo en ciberseguridad no dañe tus sistemas directamente no significa que no sea grave. Al contrario, su invisibilidad lo convierte en una amenaza real que puede pasar desapercibida durante meses.

Vigilar lo que los demás ven de ti es parte esencial de proteger tu identidad digital. Por eso es tan importante contar con herramientas como Qondar, que te permiten gestionar tu exposición digital de forma proactiva, sencilla y efectiva.

No dejes tu seguridad en manos del azar. Empieza hoy mismo a monitorizar tu huella digital con Qondar y descubre si alguien te está espiando sin que lo sepas.