Durante años, el modelo de computación en la nube ha sido el gran protagonista de la transformación digital. Centralizar datos y procesos parecía la opción más lógica. Sin embargo, el crecimiento del Internet de las Cosas (IoT), la necesidad de respuestas en tiempo real y la explosión de dispositivos conectados han impulsado otro enfoque: el edge computing.

Entender qué es el edge computing, cómo funciona y qué implicaciones tiene en materia de seguridad es hoy una cuestión fundamental para cualquier organización que gestione datos críticos o infraestructuras distribuidas. Porque sí, el edge computing aporta velocidad y eficiencia, pero también abre nuevos frentes en ciberseguridad que no se pueden ignorar.

Antes de entrar en materia, conviene adelantar algo importante: cuantos más puntos de procesamiento y más dispositivos participan en un sistema, mayor es la superficie de ataque. Y ahí es donde soluciones como Kartos, de Enthec, empiezan a desempeñar un papel estratégico.

 

¿Edge computing, qué es exactamente?

Cuando nos hacemos la pregunta: ¿qué es el edge computing?, nos referimos a un modelo en el que el procesamiento de datos se realiza lo más cerca posible del lugar donde se generan, en lugar de enviarlos todos a un centro de datos centralizado o a la nube.

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En la práctica, esto significa que sensores, dispositivos IoT, servidores locales o gateways procesan información en tiempo real, reduciendo la latencia y el consumo de ancho de banda. Solo los datos necesarios o ya filtrados se envían después a los sistemas centrales.

Este enfoque resulta especialmente útil en entornos donde cada milisegundo cuenta, como la industria, la sanidad o los sistemas de transporte inteligentes.

 

 Edge Computing

 

Cómo funciona el edge computing en la práctica

Para entender cómo funciona el edge computing, conviene imaginar una arquitectura distribuida con varios niveles:

Procesamiento en el borde

Los dispositivos situados en el “borde” de la red (sensores, cámaras, máquinas industriales, routers inteligentes) recopilan y analizan datos de forma inmediata. Aquí se toman decisiones rápidas, sin depender de la nube.

Comunicación selectiva con sistemas centrales

No toda la información viaja a servidores centrales. Solo se envían datos agregados, alertas o información histórica, lo que reduce costes y mejora la eficiencia.

Integración con la nube

El edge computing no elimina el trabajo en la nube, lo complementa. La nube sigue siendo clave para análisis avanzados, almacenamiento a largo plazo y coordinación global.

Este modelo híbrido es potente, pero también más complejo de proteger.

 

Edge computing y ejemplos en distintos sectores

Los ejemplos de edge computing ayudan a entender por qué esta tecnología se está extendiendo tan rápido:

  • Industria 4.0: maquinaria que detecta fallos en tiempo real y ajusta su funcionamiento sin esperar instrucciones externas.
  • Ciudades inteligentes: semáforos que se adaptan al tráfico en directo o sistemas de videovigilancia que procesan imágenes localmente.
  • Sanidad: dispositivos médicos que analizan constantes vitales al instante, algo crítico en situaciones de emergencia.
  • Retail: análisis de comportamiento de clientes en tienda física sin depender de conexiones constantes a la nube.

Todos estos casos comparten una característica: datos sensibles, dispositivos distribuidos y necesidad de disponibilidad continua.

 

Aplicaciones del edge computing y su impacto en la seguridad

Las aplicaciones dentro del edge computing suelen desplegarse en entornos muy heterogéneos. No es lo mismo proteger un centro de datos que cientos o miles de dispositivos repartidos por fábricas, calles o domicilios.

Aquí aparecen varios retos:

  • Dificultad de actualización: muchos dispositivos edge no se actualizan con la frecuencia necesaria.
  • Entornos físicos no controlados: acceso físico a dispositivos por parte de terceros.
  • Configuraciones inconsistentes: cada nodo puede tener ajustes de seguridad distintos.

Desde el punto de vista de la ciberseguridad, esto exige pasar de un enfoque reactivo a uno continuo y proactivo.

 

Por qué el edge computing amplía la superficie de ataque

Uno de los aspectos menos visibles cuando se habla de edge computing tiene que ver con la exposición al riesgo. Cada nuevo nodo es un posible punto de entrada para un atacante. Y no todos los dispositivos edge cuentan con las mismas capacidades de defensa que un servidor tradicional.

Esto hace que saber qué tienes expuesto, dónde y cómo sea más importante que nunca.

 

Desventajas de edge computing desde la perspectiva de la ciberseguridad

Aunque las ventajas operativas son claras, conviene no pasar por alto las desventajas de edge computing, especialmente en materia de seguridad:

Mayor complejidad operativa

Gestionar cientos de nodos requiere herramientas específicas y procesos maduros. Sin ellos, los errores humanos se multiplican.

Visibilidad limitada

Muchas organizaciones no tienen un inventario actualizado de sus activos edge, lo que dificulta detectar vulnerabilidades.

Dificultad para aplicar políticas homogéneas

Mantener el mismo nivel de seguridad en todos los puntos es un desafío real, sobre todo en entornos híbridos.

Estas desventajas no invalidan el edge computing, pero obligan a replantear la estrategia de ciberseguridad.

 

De la seguridad puntual a la gestión continua de la exposición

Aquí es donde entra en juego un concepto cada vez más relevante: la Gestión Continua de la Exposición a Amenazas (CTEM).

En entornos edge, ya no basta con auditorías puntuales o escaneos esporádicos. Lo que se necesita es:

  • Identificar activos en tiempo real
  • Detectar vulnerabilidades de forma continua
  • Priorizar riesgos según impacto real
  • Validar si las medidas de seguridad funcionan

Kartos, la solución de Enthec para empresas, se posiciona precisamente en este enfoque. No como una herramienta aislada, sino como un sistema que ayuda a mantener controlada la exposición al riesgo en infraestructuras dinámicas, como las que surgen con el edge computing.

 

Kartos y el edge computing: una relación necesaria

En escenarios donde el procesamiento se descentraliza, la visibilidad se convierte en un activo estratégico. Kartos permite a las organizaciones:

  • Tener una visión clara de su superficie de ataque
  • Detectar cambios en la exposición a amenazas
  • Priorizar acciones en función del riesgo real del negocio

Esto resulta especialmente útil en proyectos de edge computing, donde los cambios son constantes y los errores se pagan caros.

No se trata solo de saber qué vulnerabilidades existen, sino de entender cuáles importan de verdad y cuáles pueden esperar.

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¿Qué deberían plantearse las empresas antes de apostar por edge computing?

Antes de desplegar soluciones, conviene hacerse algunas preguntas clave:

  • ¿Tenemos visibilidad real de todos nuestros activos?
  • ¿Sabemos qué datos se procesan en cada nodo?
  • ¿Podemos detectar cambios en la exposición a amenazas de forma continua?

Responder a estas cuestiones no es solo un ejercicio técnico, sino estratégico.

Volviendo al punto de partida, para saber qué es el edge computing, no solo debemos verlo como una evolución tecnológica, sino como un cambio profundo en la forma de gestionar datos y riesgos. Su adopción seguirá creciendo, impulsada por la necesidad de inmediatez y eficiencia.

Pero ese crecimiento debe ir acompañado de un enfoque de ciberseguridad acorde con la realidad distribuida. La gestión continua de la exposición, apoyada por soluciones como Kartos de Enthec, permite avanzar sin perder el control.

Si tu organización está explorando o ya trabaja con aplicaciones de edge computing, quizás sea el momento de revisar cómo estás gestionando tu superficie de ataque.

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